26 de octubre de 2021

UNICEF denuncia el alarmante aumento de los secuestros de mujeres y niños en Haití por bandas criminales que buscan un rescate

de ANUE

Puerto Príncipe ha sido el lugar donde se han contabilizado más mujeres y niños secuestrados y la cifra sube a más de 100 en lo que va de año. Este aumento se produce en un contexto de violencia callejera y se relaciona con las bandas urbanas de la capital de Haití y alrededores. Esta situación ha provocado que sean ya 15.000 mujeres y niños los que se han visto obligados a huir de sus hogares.

“Ya ningún lugar es seguro para los niños y niñas en Haití”, dijo Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, al denunciar que los secuestros de mujeres, niños y niñas por parte de bandas criminales que solicitan a los padres un rescate han aumentado de manera “alarmante”.

Según estimaciones de UNICEF basadas en fuentes oficiales, 71 mujeres y 30 niños fueron secuestrados en los primeros ocho meses de este año, frente a 59 mujeres y 37 niños en 2020. Representan un tercio de los 455 secuestros registrados este año. La mayoría de los secuestros tienen lugar en la capital, Puerto Príncipe, y la gran mayoría de los secuestrados son haitianos.

“Ya sea de camino a la escuela, en casa o incluso en la iglesia, los menores de edad corren el riesgo de ser secuestrados en cualquier lugar, a cualquier hora del día o de la noche. Esta es la peor pesadilla de cualquier padre”, añadió. “Las bandas criminales utilizan a los niños y a las niñas como moneda de cambio y se lucran a costa del amor de los padres por sus hijos”, dijo Gough. “En medio de la pobreza generalizada y la criminalidad rampante, estos secuestros se han convertido en un negocio lucrativo. Esto es aborrecible”.

Omnipresencia de las bandas

Haití aún se recupera del devastador terremoto que azotó el suroeste del país en agosto, dejando 130.000 casas, más de 1000 escuelas y unas 90 instituciones sanitarias dañadas o destruidas.

Además, la expulsión de más de 7600 migrantes haitianos, más de la mitad de los cuales son mujeres y menores de edad, de Estados Unidos y otros países, podría poner a muchos más en riesgo de sufrir la violencia de las bandas.

Estos actos violentos dirigidos a los niños y a sus madres tienen un impacto psicológico duradero. Tanto para ellos como para sus padres, el cautiverio siempre provoca un trauma, ya que a menudo son testigos o experimentan humillaciones, amenazas y, en algunos casos, violencia.

Esa violencia creciente y la presencia omnipresente de bandas armadas son obstáculos para la ayuda humanitaria tras el terremoto. Debido a que la carretera nacional que conduce a las zonas afectadas en el suroeste del país es objeto de secuestros y asaltos, UNICEF y sus socios están utilizando rutas alternativas para llevar los suministros de emergencia a las comunidades más afectadas, lo que aumenta los costes de transporte y el tiempo de entrega.

UNICEF/Marco Dormino
Una niña de ocho años oculta su rostro en un centro apoyado por UNICEF en Haití que proporciona atención y apoyo temporal a los niños víctimas de la trata mientras las autoridades buscan a sus padres. (Foto de archivo)

Apoyo de Unicef

Para mejorar la notificación de incidentes y la asistencia a los niños necesitados, incluidos los secuestrados, UNICEF ha estado apoyando a la agencia nacional de protección de la infancia, IBESR, en la reactivación de su línea telefónica gratuita que se utilizará junto con una línea de ayuda de la Brigada de Protección de Menores (BPM).

Finalmente, UNICEF insta a todos los actores relevantes a que se abstengan de atacar a los niños, niñas y mujeres y hace un llamamiento al Gobierno de Haití para que tome medidas para hacer frente a la violencia de las bandas contra los menores.

 

Fuente: ONU Noticias // Adaptación: Cristina Sanchis

Pin It on Pinterest